
Sin embargo a pesar de esta carga Spike Jonze goza de gran libertad puesto que es la primera película que dirige y cuyo guión, en este caso adaptado, es también suyo y no de un peso pesado como Kaufman, autor de los guiones de sus anteriores películas “Adaptation” y “Cómo ser John Malkovich”.
Con "Donde viven los monstruos" Spike Jonze ha plasmado su particular visión de reputado director Indie en todas las escenas. Y se nota, y quizá estas imágenes con olor a videoclip acompañadas por las tremendas canciones de Karen O. sean el punto fuerte de la película. La maravillosa luz de ese bosque de peludos habitantes impregna el metraje de una sensación nostálgica que ayuda a que el espectador regrese a otra edad en la que la inconsciencia de nuestra inmadurez nos obligaba a ser egoístas y engreídos, pero donde siempre había un momento para mostrar que a pesar de todo amábamos a los nuestros.
Pero esa sensación aparece una o dos veces y no precisamente gracias a lo que Jonze pretende contarnos. Porque el niño protagonista que nos hace cómplices de su viaje es tan irritante y borde que no veo la forma de identificarme con él. Lo mismo me pasa con los monstruos, los cuales me parecen en su mayoría sosos, cursis y nada encantadores, excepto Carol, este si me atrapa en su mundo de rencor y soledad, supongo que la voz de Gandolfini ayuda a que me produzca empatía.

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